Jalisco, Nuevo León y Ciudad de México se han consolidado como potencias deportivas en México. No solo por sus equipos profesionales, sino por su infraestructura, programas de alto rendimiento y talento local.
Jalisco ha destacado históricamente en disciplinas olímpicas como clavados, gimnasia y tiro con arco. Nuevo León, con Monterrey como epicentro, es referente en fútbol, natación y béisbol. Por su parte, la CDMX concentra gran cantidad de eventos internacionales, instalaciones de clase mundial y ligas escolares de alto nivel.
Estos estados invierten en formación, tienen centros de alto rendimiento, y cuentan con políticas públicas orientadas a fomentar el deporte desde la infancia. Además, muchos de los grandes atletas mexicanos provienen de estas regiones.
Su ejemplo puede inspirar a otras entidades a construir sistemas deportivos sostenibles y exitosos.